Un lugar al que solo pueden acceder los heroes o iniciados gracias a sus virtudes; eso en la mitología grecolatina eran los campos elíseos: Una llanura alcanzada por los rayos del sol. Homero, los ubicaba en el borde occidental de la tierra, junto a la corriente del océano. Siglos después, Píndaro reduce las islas al paraíso donde las almas podían entregarse a pasatiempos deportivos y musicales. Un edén sobre la tierra, es lo que propuso en el SXVI la anexión de los parterres anexos a los Jardines de las Tullerías en París. Hoy, siglos después Paris se enfrenta a la remodelación urbana de uno de sus ícenos: la Plaza de la Concordia y los Campos Eliseos.
¿Cómo remodelar un espacio que los parisinos desdeñan? En el tiempo pre-pandémico, París sería en el 2024 sede de los Juegos Olímpicos. Diseñado en dos fases, el proyecto de Philippe Chiambaretta remodela la plaza de la Concordia, seguida de la reforma de la Avenida de los Campos Elíseos.
Una reforma que suaviza el áspero contexto en el que se encuentra el espacio actualmente. Las diagonales propuestas en el pavimento de rodadura, continuadas en aceras y vías peatonales integran. Sin duda, se reducirá aún más la intensidad vehicular, al declarar la zona centro de París LEZ (de bajas emisiones). Más accesible, integrada y sobre todo, de los parisinos para los parisinos.
De un status quo contaminado, consumista y masivo a un espacio ecológico, deseable e inclusivo. Ese es el reto que desarrolla este proyecto. ¿Cómo quedará está intervención?
Aciertos destacados
Es evidente la reducción del flujo vehicular, y el aumento del espacio peatonal. Las diagonales sirven como lienzo para el paso peatonal más desahogado sin duda, insinuando un damero que nos recuerda espacios nobles de la ciudad. El comercio de souvenirs queda relegado a un segundo plano haciendo más ameno y amigable el tránsito. El obelisco, tesoro que desde el templo de Luxor, en Egipto preside este espacio desde 1836 seguirá también una debida limpieza y restauración cuya última «ITV» se realizó en 1981. Aunque preferiríamos que se hiciera una muy noble y digna copia del mismo para ser instalada en su lugar y el original retornase al templo de Luxor, donde lo emplazó Ramses II. Al fin y al cabo, el reloj por el que fuera intercambiado en 1830 -dicen los cairotas-, jamás llegó a funcionar, y poco dice al lado del obelisco dedicado a Ra.
La idea fundamental de la reforma la compartimos ampliamente desde nuestro estudio que entendemos como el deseo de que la Avenida y el entorno sean más un espacio monumental y menos parecido a un centro comercial. No vemos en esencia una reforma modernista o disruptiva en el sentido vanguardista de la arquitectura parisina. Vemos una reforma más humana, más cercana, más sosegada para la Avenida con el metro cuadrado más costoso del planeta. El estudio de flujo arrojó entre otros, este dato que rescato: solo 15% de los peatones de los Campos Elíseos provienen de la Gran París. No es de los parisinos, al menos en su percepción.
Lo cierto es que tendremos que esperar a que la Covid-19 esté atada en corto para que los primeros 305 millones de euros que el ayuntamiento de Paris aporta al proyecto empiecen las obras. 2024: ajustada fecha para pasear nuestras muchas o pocas virtudes mortales por el campo de luz de la ciudad eterna. Lo que nos regala esta remodelación urbana, sin duda es una excusa más para regresar a una de las ciudades más hermosas sobre la tierra…Siempre nos queda París…