Cada proyecto comienza de la misma forma que lo hace un nuevo libro: con una hoja en blanco. Nuestro proceso creativo comienza por escuchar atentamente las necesidades de nuestros clientes, analizar la ubicación, orientación y posibilidades morfológicas y geológicas del emplazamiento. Nuestro objetivo: conocerlo a fondo para intentar descubrir todas sus posibilidades.
Función y forma deben ir de la mano, como un mantra que se mantiene presente en cada uno de nuestros proyectos. Pero no debe ser nunca la función que determine el arquitecto, o la forma que refleje su gusto. Conseguir el balance entre la forma, la función y la coherencia en su expresión estética es el reto más grande.
Un moodboard nos permite hilarlo finamente para construir una narrativa que ilustre al cliente el espíritu del proyecto y le permita conectarse a la vez con el proceso creativo de una manera más sensorial y creativa. Compartimos aquí el comienzo de uno de nuestros proyectos, al que puedes acceder pinchando aquí
Un moodboard es una herramienta de trabajo que nos ayuda a sintetizar nuestras ideas. Como estudio nos permite:
Del moodboard al resultado final, hay un camino cierto. Pero esta primera toma de contacto nos permite hacerle saber al cliente la sensación que tendrá el entorno físico y el ambiente que estamos creando para el. Nos sirve de cara al cliente como referencia y a nosotros como diseñadores para encauzar el proceso creativo.
De dónde nacen nuestros proyectos
Nuestro proceso creativo bebe de diferentes fuentes. El contexto local, las sensaciones que nos transmite el cliente, acercarnos al terreno y tener la oportunidad de sentirlo, tocarlo y reconocer todas sus posibilidades allanan el camino para conectar lo externo con lo interno. Proyectar, al fin y al cabo es el resultado de un ejercicio de escucha en el más amplio de los sentidos que sintetiza la conversación que hemos mantenido y queremos mantener con el entorno y el cliente.
Los grandes y las referencias también están presentes. Estamos siempre atentos a todo lo que sucede, bien en nuestro entorno local, regional y en el global también. Nos gustan los detalles, reconocer el uso y el contexto de materiales. En todo el proceso mantenemos nuestras manos ocupadas: trazamos croquis, combinamos texturas de materiales y textiles, peinamos la web para encontrar las piezas perfectas para cada espacio. Que el cliente se vea reflejado en el diseño que proponemos es nuestro mejor logro.
Todo tiene un comienzo, el de nuestros proyectos es el de conectar el interior y el exterior de manera armónica y coherente. Cada proyecto cuenta su propia historia, si nos permites hacerlo, contamos la tuya.
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